Para las fiestas del Centenario (1910), Buenos Aires se vistió de gala através de todas sus calles y plazas, justamente la principal, la de Mayo, fue iluminada fastuosamente durante la noche y monumentos,edificios públicos, fuentes y particularmente un kiosko o pabellón de estructura metálica colocado justo al medio, (donde hoy está la piramide), fue partícipe como nueva atracción que no era común de la plaza.Quizás cumplió funciones como puesto de informes, exhibición de productos o simplemente como mera decoración.
Pero terminados los festejos el Pabellón fue desarmado y su estructura reutilizada como jaula de los cóndores en el Zoológico Municipal con sus correspondientes modificaciones, cerrando sus aberturas convirtiéndolo en un inmenso recinto para esas grandes aves.
Fotos:Fabio Perlin
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